INTRODUCCIÓN
TODOS
TENEMOS UNA MADRE EJEMPLAR: MAMA ANTULA
Con visión profética, Mons. Manuel Guirao, Obispo de la Diócesis de
Santiago del Estero, hace 25 años atrás, nos ponía de ejemplo a María Antonia
de Paz y Figueroa, MAMA ANTULA, y nos
decía: “constituye unas de las expresiones más fuertes, de dinamismo laical
evangelizador”.
La misión laical, el rol superlativo evangelizador, que el avizoraba tendría el
laicado dentro de la Iglesia del tercer milenio, requería un testimonio vivo,
para asumir una nueva evangelización, demandada por el entonces Papa Juan Pablo
II. La ministerialidad laical, el diaconado permanente, fueron parte de la
promoción del bautizado para asumir su misión en el mundo, en nombre de la
Iglesia, desde su carisma propio de laico.
“Esta mujer excepcional se comprometió con los hombres de su tiempo,
anunciando, apasionadamente, sobre todo a los pobres, la Buena Noticia de
Jesucristo”, con estos conceptos, Mons. Guirao reafirmaba
los destinatarios del Evangelio, y la opción preferencial del pobre, y como lo
hizo MAMA ANTULA, el laicado debería, con pasión, asumir la misión en su
realidad de vida, su comunidad, su trabajo, su mundo particular.
En vísperas de la década del noventa, allá en el año 1989; nuestro Padre
y Pastor, en su rica mirada eclesial,
con verdadero espíritu de comunión y participación, afirmaba que, para: “la
participación de los fieles en la tarea apostólica y misional de la Iglesia,
consideramos muy oportuna e iluminadora, la vida de MAMA ANTULA”.
Sirva estas líneas, que presentan una mirada de MAMA ANTULA, como Mujer
Laica, Misionera y Emancipadora, para homenajear a nuestro Padre y Pastor,
Mons. Manuel Guirao, que promocionó al
laicado de la Iglesia que camina en Santiago del Estero y la Argentina toda.
1. EL PROCESO IDENTITARIO DE MAMA ANTULA
DESDE SU DENOMINACIÓN.
Para
hablar de MAMA ANTULA, es necesario, en primer lugar, advertir que es el pueblo
creyente, el pueblo de Dios, quien la denomina así, porque reconocieron en ella
gestos de maternidad divina, en su tarea evangelizadora. Dios
además de ser Dios-Padre es también Dios-Madre con las características de lo
femenino: el amor, la ternura, el cuidado, la compasión y la misericordia.
Estas virtudes están también en los hombres, pero encuentran una expresión más
visible en las mujeres.
Son
los pobres, los excluidos quienes la llaman MAMA,
los miembros de las comunidades originarias, los negros, los mulatos, las
mujeres excluidas que encontraron cobijo en su casa. Al decir MAMA como a Dios-Madre,
se señala la porción femenina de Dios con todas las virtudes de lo femenino, la
fidelidad y la entrega. Hay que recordar que las mujeres nunca traicionaron a
Jesús.
Nos
cabe la tarea de respetar la denominación del pueblo, ya dada, porque allí
reside el poder, emanado de Dios, que enaltece la obra de una mujer del Siglo
XVIII, y se nos presenta como modelo, “siendo una isla de misericordia, en un mar de indiferencia”, gesto hoy nos
reclama el Papa FRANCISCO.
1.
1. MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA
Consultado
en varios autores, y aceptando las afirmaciones, dadas por ella e historiadores, sin
acta de bautismo que pueda rubricarlo, podemos afirmar que, María Antonia nació
en Santiago del Estero,
en el año 1730, miembro de la familia de los Paz y Figueroa,
de prominente, participación en la vida social, cultural, eclesial y política. Se
sabe que su familia era una de las principales, en la Ciudad de Santiago del
Estero y en Tucumán, Mons. Marcos Ezcurra cita a familiares: “los
Paz, los Roca, Taboada, Figueroa, Olaechea, Palacio, Alcorta”, fueron militares,
y así también, fundadores de ciudades, miembros
del Cabildo, encomenderos, labor señalada al padre de María Antonia.
Uno
no elige donde nacer, ni en cual familia, todo es providencia, así también,
ubicados dentro de éstas, se sabe, traen aparejadas posibilidades e
imposibilidades de desarrollo personal. María Antonia de Paz y Figueroa se
formó en un ambiente lleno de posibilidades, que le permitieron aprender a leer
y escribir, participar de la catequesis, de la formación académica de parte de
los jesuitas, en los ejercicios espirituales y en las homilías dominicales. Fue
una mujer culta, formada en humanidades, con conocimiento de los protocolos
sociales y eclesiales, preparada en cuestiones políticas. Sus escritos lo acreditan,
de gran manera.
La
Iglesia era la puerta al saber, al conocimiento, los jesuitas los grandes
maestros,
María Antonia de Paz y Figueroa, tuvo la posibilidad y la aprovecho. Gestó una
vida rica, en lo espiritual y lo intelectual. Es por ello, que sus votos
privados tienen la solvencia para definir una opción de vida, con la riqueza
del abandono a Dios,
para cobrar una verdadera identidad y una misión, tras la expulsión de los
jesuitas.
1. 2. MARÍA ANTONIA DE SAN JOSÉ. LA BEATA
DE LOS EJERICICIOS.
María
Antonia de San José, nombre asumido, por MAMA ANTULA, respetando las
tradiciones eclesiales, que se remontan a las Sagradas Escrituras, para señalar
una nueva identidad, y una misión novísima dada por Dios. “Cambió su nombre resonante, de
Paz y Figueroa, por de San José, expresando así, su amor al sencillo y humilde
trabajador de Nazareth”.
El
inicio del Plan Salvífico, nos brinda ejemplos de cambio de nombres, señalando
un cambio de vida, de identidad, y la
asunción de una misión dada por Dios. Para
ejemplificar, lo antes señalado, Abram en obediencia a Dios, deja su tierra, su
familia, y asume el nombre que Dios le da: “te llamarás Abraham, padre de muchas naciones”
(Gn
12ss);
así también, en el diálogo entre el Ángel de Dios y Jacob, en medio de una
lucha, casi al amanecer, “Cómo te llamas? le preguntó el Ángel de
Dios, y él le respondió Jacob, ya no te llamarás así, serás Israel “fuerza de
Dios”(Gn 32,23ss).
Llamarse
de San José, supone una lectura clara del rol y la figura de José, él carpintero,
una aceptación total en su ejemplaridad del padre de la Sagrada Familia, el que
ocupó un segundo lugar, el que escucha a Dios en sueños y acepta a María sin
denunciarla, el hombre justo, el trabajador, el artesano, el que protege y
emigra a Egipto, con Jesús y María, para salvarlos. El de los pequeños gestos y
de las grandes obras. El Patrono de la Iglesia.
La
consagración de María Antonia de San José, como Beata de la compañía de Jesús,
supone la aceptación de su vocación y misión dentro de la Iglesia, con un estilo particular, como lo señala P. Juan
Pablo Oliva, ex General de la Compañía de Jesús
“se ha introducido un género de beatas que llaman de la compañía, hacen
voto de castidad, visten sotana negra con toca y manto de anascote, viven en
sus casas con grande ejemplo y comulgan dos veces a la semana en nuestra
iglesia y son las personas más nobles y ejemplares en la ciudad”.
La misión asumida como beata,
estaba ligada a los Ejercicios Espirituales, por ello, podemos encontrarnos con
la denominación dada a MAMA ANTULA, como la Beata de los Ejercicios. El P. Justo
Beguiriztain S.J. señala en un comentario realizado al texto de Mons. Ezcurra, “Las
beatas de que formaba parte María Antonia en Santiago del Estero, antes de la
expulsión de los jesuitas, si bien no eran religiosas ni terciarias o cosa que
se les parezca; con todo, no se puede negar que con algún compromiso o promesa,
referente al cuidado de las casas de Ejercicios para mujeres, estaban ligadas a
la Compañía”.
MAMA
ANTULA, se había ocupado de los Ejercicios Espirituales en Santiago del Estero,
observó cómo los Padres Jesuitas lo hacían, y como el pueblo los recibía, captó
su método y sus prácticas. Por ello, luego de la expulsión de los jesuitas ella
pudo sobrellevar la tarea de evangelizar a través de los ejercicios.
En
el año 1767 fueron expulsados los miembros de la Compañía de Jesús de toda
América, por decreto del Rey Carlos III, y en 1773 la supresión de la Orden de
San Ignacio, la Compañía de Jesús, por Bula de Clemente XIV. Mons. Marcos
Ezcurra, nos dice: ”Pero si ella (MAMA ANTULA) amaba a los jesuitas y defendía su causa,
amaba más aún a Jesucristo y su Iglesia, y no podía resignarse a ver
indiferente la ruina y perdición de las almas que venía a consecuencia de su
alejamiento”.
La
espiritualidad Ignaciana se ve plasmada en la vida toda de MAMA ANTULA, su
manera de vivir el evangelio, el ser contemplativa en la acción, descubriendo
en los rostros de “otros”, (“pobres vergonzantes, los presos y toda
clases de afligidos”),
el rostro del OTRO (DIOS), o mejor dicho encontrándose con el OTRO (DIOS) en
los rostros de los “otros” pequeños, necesitados de consuelo maternal. Ella,
aceptaba las dificultades y encontraba consuelo en su Manuelito (Jesús: el Niño
Dios). Su cansancio y su agobio, lo depositaba en Jesús, siguiendo sus
enseñanzas.
Fue una mujer de fe.
1. 3. MAMA ANTULA
El Pueblo de Dios reconoce a sus “santos”
asignándoles un lugar preponderante, como sujeto social, le cabe per-formar
desde su religiosidad a la “santita” brindándole un nombre propio que sintetice
su figura sobrenatural. Y el Pueblo la llamó “MAMA ANTULA”.
La asignación del título de MAMA, que no es
mamá, sino MAMA, recuperando la fonética quichua, que es grave, expresando la
síntesis lingüística multicultural, que Domingo Bravo denominó, “quichua
santiagueño”.
Así también, en la quichuación del nombre Antonia por ANTULA,
es la apropiación y resignificación de la persona, gestándose la santa, a quien
se le asigna valores maternales, que fecunda vida, la ofrece, la cuida y
protege, con un sentido cristiano
profundo dando la vida por otros, que es vivir y morir por el OTRO
(DIOS).
Nuestra MAMA ANTULA, no fue Padre, fue
madre, el sacerdocio ministerial no ejerció pero la ministerialidad laical la
practicó de gran manera, promoviendo a las personas, posibilitando que
redescubran su dignidad, en el encuentro son Jesús, como gran mediadora, como
gran evangelizadora.
El Pueblo Argentino, en 1930, celebraba los
200 años del nacimiento de María Antonia de Paz y Figueroa, y los 150 años de
la iniciación de los ejercicios en Buenos Aires, ahí se editaba el Libro: Apuntes Biográficos, Cartas y Otros
Documentos Referente a la Sierva de Dios María Antonia de la Paz y Figueroa.
Recopilados por P. Justo Beguiriztain. S.J., el comenta: “nos sufría el corazón dejar
pasar en silencio estos acontecimiento”. Ya el nombre de MAMA ANTULA
sobresalía, como la Beata de los Ejercicios.
Desde
el año 1905, año en que se iniciará el proceso canónico, pidiendo la beatificación
y canonización de MAMA ANTULA, Mons. Marcos Ezcurra, principal promotor de la
Causa, fiel a la documentación obrante y
presentada en el año 1906 y 1907, bajo su presidencia, y que fuera luego
subsanada en 1913, en Roma, escribe un texto en 1947, año de la celebración del
400 aniversario de la Compañía de Jesús, que tenía la intención de enaltecer la
memoria perdurable de su obrar. Así también, con actos culturales, celebraciones, el pueblo reconoció su labor
evangelizadora.
En
1791, con parte de las cartas de P. Gaspar Juárez y de la beata Antula y con
los testimonios recogidos se ha escrito
en francés un libro sobre María Antonia de San José y los ejercicios cuyo
título es El Estandarte de La Mujer
Fuerte. Esto nos señala la trascendencia de su tarea evangelizadora, que al
ser escrita y publicada por un autor anónimo, y luego traducido en alemán,
inglés e italiano, permite afirmar que fue reconocida en vida su labor pastoral,
así también, luego por todo el pueblo.
El
Obispo Manuel Guirao y su presbiterio, trabajaron de manera incansable en la
promoción del laicado en la Diócesis de Santiago del Estero, con el Seminario
de Ministerios Eclesiales y Diaconado Permanente “Fray Francisco de Victoria”,
la Escuela de Animadores, que repercutió de manera favorable para la vida de
las Comunidades Eclesiales de Base, y seguramente, ésta Escuela de Servicios
Ministeriales “MAMA ANTULA”, reconocerá la vida y la obra de María Antonia de
San José, y permitirá en su nombre, reconocer la importancia de la tarea
evangelizadora de todos los laicos. Y será MAMA ANTULA de todo el pueblo de
Dios.
2.
LA
IDENTIDAD LAICAL Y MISIONERA DE MAMA ANTULA
2.1. BEATA EN EL BEATERIO
Reconocer su
virtudes y valores cristianos, su obrar evangelizador, hasta los hechos
milagrosos que “por su intercesión” sucedieron, fueron suficientes para la decisión del pedido e inicio del proceso de
beatificación y canonización de la MAMA ANTULA o la Señora beata.
Se pedía que se la reconozca como BEATA
a quien ya lo era.
MAMA ANTULA era
beata,
porque vivía en un beaterio.
En una comunidad laical con un compromiso pastoral, limitado a la colaboración
y a la asistencia de los necesitados, donde el permiso de la jerarquía o del Obispo
de la diócesis era imprescindible, hasta
para solicitar limosna.
En colaboración con
los padres Jesuitas, en los Ejercicios Espirituales ayudaba en todos los
quehaceres casi invisibles que acompañan los mismos, organización, generación
de disponibilidad de espacios y comida, limpieza, momentos de oración y rezo, animación en cantos
y adoración. Siempre dejando al sacerdote la palabra, la exposición del
Santísimo, la celebración Eucarística y
el sacramento de la Reconciliación.
Seguramente, verán
como un contexto de limitación a MAMA ANTULA, y a sus dones recibidos de parte
de Dios, a esta una mujer que vivía la Palabra de Dios, y la expresaba en donde
se le requería. Es que, el laicado en el Siglo XVIII hasta Siglo XX era un
simple FIEL, no más que ello. Pero, su obrar fue más que suficiente para se
iniciará la causa y así la reconozca la Iglesia como Santa, previamente, se la
Beatifique. La celebración de la beatificación el 27 de Agosto del presente
año, en Santiago del Estero, nos permitirá identificar la beatitud de MAMA
ANTULA, beata por su estilo de vida y Beata por su vida de santidad.
2. 2. MUJER
LAICA
Ser
mujer en el Siglo XVIII, como hoy inclusive, en contextos de una cultura
patriarcal,
su vida estaba signada, en lo social y en lo eclesial. Una mujer se casaba o
era monja. MAMA ANTULA, no se casó ni fue religiosa, eligió ser beata, una
laica
que se consagró asumiendo una vida de pobreza y castidad. Era una FIEL dentro
de la Iglesia (podríamos decir la primera definición de laico, o el incipiente
señalamiento de lo que es el laicado), que asumió la misión de evangelizar
desde la proximidad con el pueblo, su entrega absoluta al servicio ministerial
de “dar a conocer a Dios a donde El no
fuera conocido”.
Su
ministerialidad laical fue extraordinaria, digna a imitar, no deseo ser religiosa ni ocupar
el lugar del “cura” (sacerdote), no se perdió en las estructuras
clericales, ni cayó en el clericalismo.
Su laicado puede visualizarse, desde la cuasi-definición del Concilio Vaticano II, Cap IV, del
Documento: Lumen Gentium “lo que no es sacerdote ni religiosa…es
laico”.
La tarea pastoral llevada a cabo por MAMA
ANTULA fue única, en sus prácticas de las obras de misericordia, la visita a
los presos, cobijo a las mujeres de la calle, la escucha y la palabra de
consejo, el trato dignificante con los excluidos sociales. La religiosidad
popular la reconocía y la valoraba como medio de evangelización, sacaba en
procesión a las imágenes del Nazareno, Manuelito, la Virgen de los Dolores (su
Abadesa), y San Cayetano,
propiciando el encuentro con Dios del pueblo que necesitaba la Gracia Divina.
La dificultad que se tiene muchas veces de
encontrar espacios de comunión y participación en las estructuras eclesiales,
conjugando una pastoral de conjunto, requiere un laicado maduro, como lo fue el
de MAMA ANTULA, asumiendo que su misión está más allá, o mejor dicho, a
diferencia de la jerarquía de la Iglesia.
Así también, a los Obispos, sacerdotes y
religiosas, les cabe posibilitar que el laico encuentre los espacios de
participación en la misión de la Iglesia para que pueda desarrollarse, desde su
identidad y encontrar el camino de santidad al que todos estamos llamados.
MAMA ANTULA vivió como una verdadera laica,
y encontró su santidad viviendo con su estilo de vida propio, fue “una
mujer de mundo en la Iglesia y una mujer de la Iglesia en el mundo”,
hermosa definición de laico, sino la primera la mejor, que el Documento de
Aparecida nos regala para una comprensión acabada de identidad laical, y una
mejor comprensión de la misión llevada a cabo por MAMA ANTULA.
2.3.
MISIONERA Y EMANCIPADORA
2.3.1.
EMANCIPACIÓN SOCIAL Y CULTURAL
La vocación personal, la asunción de ésta,
conlleva la misión desde la identidad asumida. La misión en la vida, será con
las características propias que Dios nos regala en forma de “dones” para
hacerlos multiplicar, doblegando las adversidades, las imposibilidades, que
muchas veces están sistematizadas en estructuras sociales, culturales,
políticas y eclesiales, que empobrecen a las personas “en el ninguneo”, o como
dice el Papa FRANCISCO signándolos como personas descartables.
Asumir la misión laical, la ministerialidad
laical, por parte de MAMA ANTULA no fue fácil, pedir permiso aquí y allá,
aceptar la negación (aunque después se diga que fue para probar su
intencionalidad) que la vieran como
“loca” o un enemigo, será un jesuita disfrazado?, se preguntaban. Ella abrió
caminos más allá de las sacristías y los templos, salió a las calles para estar
próxima al pueblo y sus necesidades.
La emancipación
supone valentía y fortaleza, pero sobretodo, la gracia de Dios, y el amor a ÉL,
desde una entrega desinteresada, un
abandono absoluto por la confianza en su providencia, “con Dios a mi lado, a quién podré temer”, MAMA
ANTULA rezaba y seguía en sus quehaceres, superando los escollos cotidianos.
Los estratos sociales
muchas veces se replican entre las paredes de las iglesias, seguramente a MAMA
ANTULA le llevo una inmensa tarea, que los varones y las mujeres de las altas
alcurnias convivieran con los negros y negras, mulatos y mulatas, originarios y
originarias, en un espacio generado por los ejercicios espirituales,
en la Santa Casa. MAMA ANTULA generó “puentes” para vivir una proximidad
social, hermanados en la fe y construyendo el Reino, desde los lugares propio
de vida.
2.3.2.
EMANCIPACIÓN TERRITORIAL
Su misión traspasó
fronteras, una mujer “en salida” como lo reclama el Papa FRANCISCO. La primera
frontera que superó fue lo parroquial, reconociendo que los caminos llevan a
los pueblos que necesitan la “Buena Noticia”, superando la comodidad de lo ya
conocido, para ir al desafío de lo nuevo. “Aunque sea en los montes más
escabrosos, en los desiertos más rígidos, ahí he de ir yo…”
Recorrió las
periferias de la Ciudad de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Atamisqui,
Salavina y Sockoncho. Por el antiguo camino real, se adentró misionando,
invitando a realizar los ejercicios espirituales; la palabra de Dios y su
mensaje encarnado en sí misma, animaban a los pobladores al encuentro con Dios.
Las comunidades se
consolidaban, y la ausencia de los jesuitas expulsados, la ausencia sacerdotal,
no se notaba en demasía.
La barrera limítrofe fue borrada, la acción espiritual ignaciana, jesuítica,
estaba personalizada en MAMA ANTULA; todo su quehacer era evangélico y
jesuítico. Los ausentes estaban presentes.
Su peregrinar por
Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba y Buenos Aires, supone una
mirada atenta a las urbes y sus necesidades. Una mayor demanda, un mayor
beneficio para las personas necesitadas de Dios. Sirva de ejemplo el número de personas
que hicieron los ejercicios espirituales en la ciudad de Buenos Aires.
La invitación desde
Montevideo, Uruguay, para que allí se realicen los ejercicios espirituales,
dada la buena fama que tenían en Buenos Aires, permitió que MAMA ANTULA fuese a
dicho lugar, lo que hoy es nuestro país vecino.
Las fronteras del
antiguo Virreinato del Río de la Plata no cerco el ministerio laical y
misionero de MAMA ANTULA. Su comunicación epistolar con el Padre Jesuita Gaspar
Juárez, quien residió en Roma, luego de la expulsión, fue fluida y superadora
de la pena por el exilio. La
trascendencia de MAMA ANTULA, y su reconocimiento en Europa tras la aparición
del libro de autor anónimo EL ESTANDARTE DE LA MUJER FUERTE,
supone la emancipación territorial.
2.3.2.
EMANCIPACIÓN CLERICAL Y POLÍTICA.
MAMA ANTULA, fue
una mujer singular, una mujer de mundo en la Iglesia y una mujer de la Iglesia
en el mundo, supo moverse en las estructuras eclesiales sin provocar cismas, en
las estructuras políticas y sociales sin generar rupturas, más bien, superó las
miradas desconfiadas; y logró el
acompañamiento y el reconocimiento de éstos poderes.
Más allá de la
ausencia de los padres jesuitas, y su identificación con su estilo de pastoral,
no renegó de ellos; reafirmó en su labor
a los expulsados y los suprimidos;
expulsados por el poder político, de los territorios dominados por el
rey Carlos III, en el año 1767, suprimidos por el poder eclesial, el Papa Clemente XIV quien ordenó la
supresión de la orden La Compañía de Jesús, en el año 1773.
La autonomía ejercida por MAMA ANTULA señala una
madurez en la lectura de los signos de los tiempos, en el análisis del poder y
las circunstancias como posibilitadoras de cambios en beneficio de la obra
divina, en la construcción del Reino.
Ella esperó algunos años en Santiago del Estero,
realizando los ejercicios espirituales, para luego pedir autorización al Obispo
Moscoso y Peralta, de la diócesis de Tucumán, que abarcaba, Salta, Jujuy,
Catamarca y Santiago del Estero. Según algunos historiadores, “ya que era nuevo
y no tenía una mirada tan negativa con la obra jesuita”. Si fuese así,
manifiesta cierta lectura de la oportunidad y la pertinencia para la acción.
Siempre su trato fue formal y respetuoso, así al Virrey
Vertíz mediante carta, desde Córdoba, le solicitó reiteradas veces el pedido de
licencia para brindar los ejercicios espirituales en Buenos Aires. Así también,
al Obispo Malvar y Pinto, 9 meses le reiteró su pedido,
“soportando con invencible paciencia los desaires del prelado,
mostrando siempre una faz inmutable y retirándose tranquila y serena, cada vez
que era despedida por su orden, sin pronunciar una palabra de queja”.
La confrontación ingenua supone el desconocimiento de
las fuerzas personales o del adversario, donde la fuerza se diluye en la
confrontación misma, y la asimetría de poder genera la derrota en el inicio mismo, de
los débiles, por ello hoy y siempre se debe reclamar la “santa astucia”
como la denomina el Papa FRANCISCO.
Los poderosos siempre propiciarán el desgaste y el
abandono a los ideales de solidaridad y fraternidad, justicia y verdad,
generando la perdida de la esperanza en los sueños que enarbolamos y
perseguimos. Nos instalan la consigna no se puede cambiar el “status quo”, las
política es así…que vas a hacer?, la iglesia es así…que vas a hacer?. MAMA
ANTULA nos muestra caminos a seguir, encontrando fortaleza en Dios, superando
las dificultades desde una lectura clara que nos permita desarrollar acciones
en beneficio de las personas, del pueblo
En los trabajos pastorales colectivos, la división es
escándalo y nos señala la unidad ausente en Jesucristo, Nuestro Señor. MAMA
ANTULA por su unión con Dios, generó la unidad desde la adversidad, propició la
comunión y la participación en la evangelización desde su identidad laical, constituyéndose
en un modelo a seguir, según ya nos presentará nuestro Padre y Pastor, Mons.
Manuel Guirao.
CONCLUSIÓN
La dignidad de la mujer fue enaltecida en MAMA ANTULA,
no tan sólo en las funciones vinculadas culturalmente a la mujer-madre, sino en
representar la imagen de lo femenino de la divinidad, Dios-Madre.
Su amor a Dios y sus hermanos los pobres, con paciencia
y una sentida co-responsabilidad en la misión de la iglesia, sobresaltan su
entrega al ministerio laical.
Su actitud misionera y emancipadora, en su peregrinar
derribó barreras sociales, dedicándose a los necesitados, los excluidos, los
presos y las prostitutas. Así también, en su relación con el poder político y
religioso, abrió caminos únicos, ya que los varones eran los que tenían
relación con los poderes y cumplían roles de poder.
Todo lo hizo sin dejar de lado lo femenino, su estilo
de vida laical, con fuerte sentido del apostolado. MAMA ANTULA, es un verdadero
ícono de mujer laica, misionera y emancipadora.
PROF. RUBÉN OSCAR VALDEZ
APÉNDICE:
Aportes
para una Pastoral de Conjunto en la Diócesis de Santiago del Estero, a partir
de la figura de MAMA ANTULA, en el año de su Beatificación.
1.
Recuperar la mirada profética de Mons.
Guirao sobre la vocación y misión del
laico en la Iglesia y en el mundo actual reivindicando la vida y obra de MAMA
ANTULA.
2.
Movilizar al pueblo santiagueño a
reconstruir la “santiagueñidad” solidaria y fraterna, desde la imagen de MAMA
ANTULA, que enaltece a todos, como figura eclesial y como mujer de esta tierra.
PARA QUE,
· COMO MAMA ANTULA, el laicado de la
iglesia que camina en Santiago del Estero asuma su misión situada y épocal, con
desafíos propios y urgentes, en perspectiva de construir el Reino de Dios, aquí
y ahora.
· COMO MAMA ANTULA, movilicemos a las
comunidades laicales (eclesiales) a asumir desafíos en su lugar de vida, en su
lugar de trabajo, su mundo, para generar acciones efectivas mostrando la misericordia de Dios, su rostro;
especialmente a los necesitados.
· COMO MAMA ANTULA, las mujeres sean
protagonistas en servicios concretos en la Iglesia, y ésta, reconozca el
servicio pastoral de todas las mujeres, propiciando una pastoral colectiva, con
un rol ministerial más definido.
· COMO MAMA ANTULA, seamos misioneros de la
misericordia, concretando la presencia maternal de la Iglesia, así acercar la
maternidad divina a los hijos necesitados, los campesinos amenazados en sus
tierras, los jóvenes cercados por el mundo de la droga y el alcohol, las
mujeres víctimas de violencia, y los niños y ancianos olvidados y sin afecto.
· COMO MAMA ANTULA, propongamos los
ejercicios espirituales en la vida diaria, a toda persona, a las comunidades,
aggiornando el contenido y los tiempos, respetando su método para que responda
a realidades diversas.
· COMO MAMA ANTULA, toda comunidad eclesial
muestre rasgos maternos, donde el Espíritu de vida y genere acciones concretas
para satisfacer las necesidades de todos sus hijos. Así se restaure la imagen
de la Iglesia como madre, que cuida y protege a sus hijos.
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Extracto de la homilía del Sr. Obispo en la Clausura de la XV Semana de
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Diario
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De Imprenta. Poder Legislativo de Santiago del Estero. Año 2015.
INDICE
INTRODUCCIÓN:
TODOS TENEMOS UNA MADRE EJEMPLAR: MAMA
ANTULA
1.
EL PROCESO IDENTITARIO DE MAMA
ANTULA DESDE SU DENOMINACIÓN.
1.
1. MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA
1.
2. MARÍA ANTONIA DE SAN JOSÉ. LA
BEATA DE LOS EJERICICIOS.
1.
3. MAMA ANTULA
2.
LA IDENTIDAD LAICAL Y MISIONERA DE
MAMA ANTULA
2. 1. BEATA EN EL BEATERIO
2. 2. MUJER
LAICA
2.
3. MISIONERA Y EMANCIPADORA
2.
3. 1. EMANCIPACIÓN SOCIAL Y
CULTURAL
2.
3. 2. EMANCIPACIÓN TERRITORIAL
2. 3. 2.
EMANCIPACIÓN CLERICAL Y POLÍTICA.
CONCLUSIÓN
APENDICE:
APORTES PARA UNA PASTORAL DE
CONJUNTO EN LA DIÓCESIS DE SANTIAGO DEL ESTERO A PARTIR DE LA FIGURA DE MAMA
ANTULA, EN EL AÑO DE SU BEATIFICACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Para una Nueva Evangelización. María Antonia de Paz y Figueroa. Margarita
Moyano. El Obispo de
Santiago del Estero presenta estas páginas. Ed. Consejo Nacional de Mujeres de
Acción Católica. 1989.
Mamaantulafundacion.blogspot.com.
MAMA ANTULA, denominación de los quichua-hablantes, santiagueños. Prof. Rubén
Oscar Valdez. 2014.
La Beata de
los Ejercicios. Apuntes Biográficos, Cartas y Otros Documentos Referente a la
sierva de Dios María Antonia de la Paz y Figueroa. Recopilados por P. Justo
Beguiriztain.S.J. 2° Edición.1933.
Pag.7 “…todos afirman categóricamente que, María Antonia nació en la Ciudad
de Santiago del Estero. Más aún, el Obispo de Tucumán, Excmo. Sr. Moscoso y
Peralta, se expresa así, al otorgar al otorgar a María Antonia licencia para
hacer dar Ejercicios, en 1773: “Por cuanto doña María Antonia de San José,
natural de la Ciudad de Santiago del Estero…” (véase el Apéndice A) La misma
Sierva de Dios en su testamento declara: “Natural de Santiago del Estero”.
La Beata
de los Ejercicios. Apuntes Biográficos, Cartas y Otros Documentos Referente a
la sierva de Dios María Antonia de la Paz y Figueroa. Recopilados por P. Justo
Beguiriztain.S.J. 2° Edición.1933.
Pag. 8. Notas al pie. (2). “Nota a esta segunda edición-…aprovechamos
para corregir esos deslices y completarla con la publicación ilustrada y
comentada de otros documentos referentes a la Sierva de Dios María Antonia de
la Paz y Figueroa. Llamámosla así, con la generalidad de los biógrafos, pues
los mismos ascendientes de la beata, indistintamente se firman Paz, de Paz y de
la Paz, como puede comprobarse v.gr. Actas Capitulares de Santiago del Estero.”
Sitiales. Academia de Ciencias y Artes de Santiago del Estero. María
Antonia de Paz y Figueroa. María Teresa
Tenti. Ed. Lucrecia 2010.“Pag. 40.
Nuestra
MAMA ANTULA, Caminante del Espíritu. Víctor Manuel Fernández. ED. San
Pablo. 2014. Pag. 12
Mamaantulafundacion.blogspot.com. MAMA ANTULA, denominación de los quichua-hablantes,
santiagueños. Prof. Rubén Oscar Valdez. 2014.
Vida de Sor María Antonia de la Paz. Mons. Marcos Ezcurra. Ed. Verbum. Bs. As. Año 1947. “La Figura de María Antonia de la Paz no
pertenece a esta u otra familia, como a ninguna orden religiosa en particular;
ella pertenece a la Iglesia en cuya unidad vivió, nutriéndose de su espíritu
general, y pertenece al pueblo por cuyo bien y santificación trabajo”.
Laicos, mujeres y jóvenes en Aparecida. ADITAL.
Carlos Ayala Ramirez. “El término laico tiene un uso pre-cristiano. En la
cultura romana se utilizaba para designar a los miembros del pueblo llano, a
los que pertenecían al “pueblo”. Laico es un miembro del pueblo (el no
dirigente). Este uso determina su utilización en el cristianismo para designar
a los no ministros”.